De una diminuta semilla surge un gran árbol. En la primavera este florece y en verano, las flores se convierten en frutos. Nuestro propio renacimiento espiritual es tan simple y natural como este proceso. Dentro de todos nosotros hay una semilla, el conocimiento residual de uno mismo llamado Kundalini.

Cuando el aliento de amor divino da vida a esta semilla, nos encontramos renaciendo en la dimensión del espíritu, descubrimos el árbol de la vida que reside dentro de nosotros, sentimos el aliento divino como una vibración que lo cubre todo. Como flores, sentimos nuestra propia fragancia. Maduramos, como frutos, hacia la totalidad.

Hemos evolucionado desde nuestros orígenes de materia primitiva, hasta la etapa donde podemos elaborar complejas teorías sobre la naturaleza de la evolución y la existencia. Pero, más allá de nuestro análisis, ¿nos damos cuenta que la evolución sigue siendo un proceso viviente, silenciosa y continuamente trabajando hacia nuestra definitiva plenitud? ¿O en nuestra propia arrogancia nos vemos ahora en el pináculo del desarrollo humano, preocupados por trabajar sólo por dinero, sin ninguna meta superior?

Un viaje implica una llegada. Si esto es así, ¿dónde estamos hoy? ¿Es ésta la nueva Jerusalén? ¿Cómo puede ser? Si el plan de Dios es establecer Su reino en esta tierra y en nuestros corazones, entonces parece que todavía tenemos un camino que recorrer. Vivimos en un mundo de sufrimiento y confusión, esclavos de la materia y la propia conveniencia, nuestro sentido de la moral ha sido destrozado. Durante siglos, hemos luchado por una solución exterior, lo suficiente tal vez para darnos cuenta de que la solución debe estar dentro de nosotros, con la transformación del individuo.

Mucha gente hoy está experimentando esta transformación, evolucionando hacia la conciencia del Espíritu, observando dentro de cada uno la chispa vital que los conecta con el absoluto, mirando cómo el miedo y la confusión del mundo relativo se caen, como el viejo capullo de la recién nacida mariposa.

En el pasado, han habido muchos hombres y mujeres destacados que han tratado de elevar la conciencia del hombre hasta el nivel donde él pueda conocerse a sí mismo, y los hombres han usado sus enseñanzas para engendrar bandos e hipocresía. La sencillez de la melodía original era demasiado simple para sus oídos.

Hoy, otra persona está propagando el mensaje universal del amor divino, integrando la música de los cantantes pasados dentro de una nueva armonía. Su audiencia tiene un oído más comprensivo. Ellos participan como instrumentos en Su canción. A través de la Realización que Ella manifiesta, están experimentando el conocimiento de sí mismos por primera vez, y están viendo el “ser” en los otros.
Su Santidad Shri Mataji Nirmala Devi abrió la puerta hacia la conciencia colectiva, el último salto de la evolución, donde el hombre encuentra la unión con sí mismo y con su fuente.

Yoga significa unión; unión con algo más allá de nosotros mismos, con algo esencialmente divino. Sahaja significa espontáneo y también significa “nacido con uno”. Entonces al decir Sahaja Yoga queremos decir que los medios para la unión espontánea con el Divino nacieron dentro de nosotros. Para obtener esta unión, todo lo que hacemos es pedir por ella y dejar que suceda. No la podemos alcanzar con ningún esfuerzo, es algo espontáneo, sucede automáticamente. Es dado como un regalo.

Antes de la Realización, la Kundalini existe dentro de nosotros en estado latente, enroscada dentro del hueso triangular (sacro) en la base de nuestra espina dorsal. Cuando es despertada, sube a través del canal sutil en la espina dorsal, atraviesa nuestro hueso de la fontanela (Bramharandhra) y sigue fluyendo. Aquí en el chakra más alto, el Sahasrara con los mil pétalos de loto, es el punto del Yoga, donde la conciencia individual se une al poder todo-penetrante de la conciencia colectiva. Al mismo tiempo, la Kundalini despierta el Espíritu que reside en el corazón, donde comienza a pulsar. El pensamiento cesa a medida que la Kundalini atraviesa el centro de energía llamando Agnya en el cerebro. El Espíritu, que ahora está despierto dentro de nosotros, se manifiesta a sí mismo como un flujo fresco de vibraciones, moviéndose a través de las manos y sobre nuestra cabeza y se siente como una brisa fresca. Comenzamos a sentir diferentes sensaciones en los dedos, ya que es aquí donde la Kundalini nos señaliza el estado de los diversos centros de energía (chakras) dentro de nosotros. A este estado lo llamamos “conciencia vibratoria”, en el que en realidad sentimos el Ser, que se manifiesta a sí mismo, a través de las vibraciones, por el sistema nervioso central. Debido a que el Ser, que es el Espíritu, la esencia de nuestro existir, ahora entra en nuestra conciencia, es también llamado Auto-Realización. Todo el proceso comienza cuando S.S. Shri Mataji despierta la Kundalini. La misma se eleva automáticamente cuando es tocada por las vibraciones que emanan de Su Ser, y nos llena con una sensación de paz y tranquilidad, al tiempo que es guiada bajo Su cuidado y habilidad. Como Ella dice frecuentemente con Su humor característico, “La Kundalini es Mi trabajo. Si Yo conozco este trabajo, ¿por qué deberían preocuparse? Ustedes conocen otros trabajos, Yo conozco este…”

S.S. Shri Mataji ha estado enseñando Sahaja Yoga y compartiendo la experiencia de la Auto-Realización desde 1970. Ella nació el 21 de Marzo de 1923 en Chindawara, una pequeña colina cerca de Nagpur en el corazón de India. Hoy en día, Ella está casada con un diplomático de las Naciones Unidas, tiene 2 hijas y 4 nietos. Si bien nació en una familia cristiana, Ella ha abarcado la verdad de todas las religiones en Sus enseñanzas universales.

Pese a Sus indudables poderes y profundo conocimiento espiritual, S.S. Shri Mataji se mantiene como una persona de extraordinaria humildad, una fuente de sabiduría y sentido común, risa y encanto. Una personalidad con tantas facetas como un cristal brillante, Ella es aun en esencia, Una con el Espíritu de Sus enseñanzas; la luz pura de amor que brilla en el corazón de ese cristal.

El 5 de Mayo de 1970 Ella presenció la apertura del Sahasrara chakra del Virata. El Virata es el Ser universal, el aspecto manifestado de Dios del cual estamos hechos. Cada apertura anuncia una nueva etapa en nuestra evolución, como así también crea el mismo potencial dentro de nosotros. El último chakra que había sido abierto previamente fue el Agnya, que fue abierto con la resurrección de Cristo. Con la apertura del Sahasrara, S.S. Shri Mataji supo que era tiempo de que el hombre avanzara hacia su estación de destino, hacia la gloria del reino de Dios.